No perdamos nuestras tradiciones y más allá de eso, reavivemos en nuestro corazón la alegría de la venida de Jesús agradeciéndole con nuestra vida y con la oración por haberse hecho hombre, habitar entre nosotros y darnos todo su amor e incluso a sí mismo.
La novena de Navidad es una gran oportunidad para compartir en familia y en comunidad y para recordar que debemos estar preparados para la venida de Jesús que es cada día y cada instante.
Escribir comentario